En un vistazo rápido a muchos de los blogs que se publican cada día (sobre todo en temas de marketing y redes sociales), podemos apreciar la gran cantidad de tutoriales, guías de acción, pautas o promesas y similares que nos acechan.
- ¿Cómo escribir un blog y tener un millón de vistas?
- ¿Cómo publicar como un cosaco en tus redes sociales?
- ¿Cómo posicionar tu marca personal en media hora?
- ¿Cómo manejar los 28 perfiles sociales de mi empresa?
- ¿Cómo sobrevivir al nuevo perfil de Linkedin?
Sin duda algunos de estos artículos son realmente interesantes, didácticos y nos dan pistas para hacer mejor aquello que vayamos a hacer. Pero no podemos caer en el error de no hacerles algunas preguntas antes de poner en marcha las enseñanzas de esos posts. ¿Qué?, ¿para qué? y entonces llegamos al ¿cómo?.
Es decir, la cuestión no es tanto el cómo como el para qué. El reto para este 2013 es transformar esos artículos en para qués. ¿Para qué manejar 28 perfiles sociales de tu empresa? (susbtituye el cómo en cada uno de los artículos que encuentres, también valido para aquellos del tipo "5 claves para pinear imagenes")
Debemos de pararnos a pensar, antes de poner en marcha a iniciativa, cual es la misión de la misma: vender mejor (más / más barato/ más veces / más fácil), aparecer el primero en los buscadores (para vender más), atender antes a mis clientes (para venderles más o de nuevo), disponer antes de la información (para ser más eficiente y que tenga un impacto en mi cuenta de resultados). También el objetivo de la "reputación" está orientado a resultados de negocio. Queremos mejorar nuestra reputación para que nos contraten, que cuenten con nosotros en proyectos de formación, en conferencias, en libros... Quizá la respuesta a esa pregunta del "para qué" nos muestre que no es necesario ni siquiera plantearse el cómo.
La cuestión, la clave, es encontrar un resultado esperado, un impacto en nuestro negocio y en nuestros objetivos corporativos o profesionales. En la teoría de los 5 para qués ya hablaba de que pueden existir unas cuantas estaciones o paradas desde nuestra actividad hasta el resultado y que conviene siempre recorrerlas todas. Y en aquellos artículos orientados al cómo, al menos mostrar el espíritu crítico de buscar y encontrar el para qué.