Una de las herramientas calve en la gestión del siglo XX ha sido la estructura jerárquica y la depatamentalización de las organizaciones. De este modo se tenía un control lo más férreo posible sobre el grado de cumplimiento de las decisiones, que eran tomadas de arriba hacia abajo, y se garantizaba el ritmo de producción considerando a las personas como un elemento más de ese engranaje productivo. Esta estructura jerárquica y piramidal sigue siendo norma común en muchas organizaciones y muchos directivos no sabrían de que otro modo estructurar sus organizaciones. La cuestión es que el tiempo en el que se comenzó a practicar esta formula de gestión, con la revolución industrial, y la necesidad de optimización del proceso de producción, ya ha terminado. Los mismos modelos no son aplicables a organizaciones donde las personas son el activo fundamental. Bueno, realmente son aplicables pero no optimizan los resultados potenciales de una sociedad conectada y basada en el conocimiento.
Notas sobre Marketing y Management por Javier Martinez de Lahidalga.