Son tres de los factores capaces de voltear una organización y mejorar su perdurabilidad, más aún en tiempos de convulsión en el mercado. Innovación, (intra) emprendizaje y liderazgo.
- La innovación: La capacidad de una organización de producir o prestar un servicio diferente a ningún otro conocido o sustancialmente mejorado. Atención a la clave de la innovación: se debe llegar a la fase de producción o prestación de servicios, en un nivel beta, en modo prototipo, piloto, lo que sea. Las ideas en bruto no sirven, las personas con muy buenas ideas no sirven (si no las pueden desarrollar), las ideas mal ejecutadas no sirven. No son innovación. La innovación debe ir acompañada irremediablemente de Marketing para producir resultados.
- El intraemprendizaje. Podría hablar de emprendizaje a secas, pero prefiero centrarme en aquellos que dentro de empresas u organizaciones, más o menos grandes, tratan de crear "startups intracorporativas" para ampliar los horizontes de la actividad o buscar nuevos modelos de negocio. Al igual que los emprendedores necesitan un entorno favorable (véase el entorno de Silicon Valley con inversores, talento e ideas concentradas en un espacio acotado), los intraemprendedores también. Y aquí es dónde los problemas se multiplican. Aparte de tener que buscar los "sponsors" internos que financien la puesta en marcha o el "experimento" acotado a su idea (como dicen en el recomendable método de Lean Startup), tienen que luchar contra el "status quo" de la organización, la burocracia, la jerarquía, el control y las solidas fronteras de la zona de confort de muchas personas acomodadas o conformes con la situación actual.
- El liderazgo. Muchos directivos se llenan la boca con palabras y buenos propósitos sobre la importancia de innovación o sobre la apuesta firme por las personas como principal capital de la organización. Pero muchas de esas declaraciones no son más que fachada. De fondo faltan personas facilitadoras, que ayuden a buscar recursos o los proporcionen, que prediquen con el ejemplo, que no se aferren a la jerarquía como único bastón de mando. El nuevo liderazgo busca las ideas y promueve su puesta en práctica de manera controlada, genera ecosistemas de innovación y emprendizaje. Tiene una visión completa que también va más allá del corto plazo y del balance anual. Hace que pasen cosas.
Cuando en una organización esos tres ámbitos conectan, se genera un campo de atracción donde efectivamente pasan cosas. No puede haber resultados diferentes si nada cambia, si el entorno no es favorable. Si las organizaciones consiguen que haya personas que se adentran en esa área de fuerzas del "bien", es evidente que van a obtener resultados, pero ¿cuantos son los que tienen a los lideres necesarios, la cultura y los recursos apropiados para la innovación y una cantera de potenciales (intra)emprendedores identificados? Seguramente no muchos. Estamos pues ante algunos de los retos inminentes de las empresas. Revisen el modelo de liderazgo, su visión de la innovación y busquen y hagan aflorar al intremprendedor que puede haber oculto entre sus empleados. Mañana será tarde.