Dícese de lo maravilloso que resulta ser un producto o servicio y lo poco que cuesta.
Recientemente leía en una presentación o en algún articulo, no recuerdo bien, una máxima que comparto totalmente
"Mejor calidad, Mejor precio, Mejor servicio: elija solamente dos"
Y es que al consabido argumento de ventas le falta la pata del servicio. La mejor calidad al mejor precio solo puede traer un servicio menos cuidado y si pretendemos ofrecer la mejor calidad y el mejor servicio sin duda tendremos que pagar importes mayores.
Son estos los tres ejes con los que jugar a la hora de posicionar una marca y su actividad. Da igual que hablemos de bienes de consumo, de servicios personales o a organizaciones, el triángulo funciona.
Es necesario además advertir de los componentes subjetivos de los términos de calidad (funcional, gustos personales, materiales, experiencia...), precio (comparado con que, escala...) y servicio (información, resolución, disponibilidad....), ya que para cada individuo decisor pueden contener atributos diferentes.
Ejemplos (muy simplificados) los podemos encontrar para todas las combinaciones:
- iPhone: calidad y servicio bueno, precio alto (libre)
- Ikea: Calidad y precio bueno, servicio limitado
- La tienda del chino: Servicio (horarios, abanico de productos) y precio bueno, calidad baja.
Así que, la próxima vez que oigáis "la mejor calidad al mejor precio" pensad que pasa con el servicio...